La ficción diaria de La 1 de TVE sorprendió el pasado viernes con una confesión del pasado del mayordomo, con la que los espectadores comenzaron a encajar las piezas
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Tanto los espectadores como los personajes de La Promesa llevan unos cuantos capítulos preocupados por el estado de salud de don Rómulo Baeza, el mayordomo de la serie de La 1 de Televisión Española, interpretado por Joaquín Climent. El fiel y servicial criado se ha inculpado a sí mismo de la muerte de Gregorio Castillo, y ahora pasa las horas muertas en un frío y húmedo calabozo, donde podría ver terminados sus días. ¿Qué sucedería en el popular palacete cordobés, del serial que se emite entre semana a las 17:30 horas, si desapareciese uno de sus habitantes más queridos?
El señor Baeza ha sido fiel al apellido Luján desde el principio de los tiempos. El mayordomo ha servido al marqués Alonso toda una vida, y en muy raras ocasiones le ha ocultado secretos a su señor. Ahora, la inculpación del mayordomo por el asesinato del marido de Pía Adarre ha parecido una estrategia altruista para librar a Manuel de la prisión, pero, recientemente, los espectadores de La Promesa han descubierto que verdaderamente fue él quien disparó al maleante.
Hubo un tiempo en el que Gregorio y Rómulo compartieron el puesto de mayordomo en La Promesa. El señor Castillo llegó al palacio a modo de refuerzo, para calmar la desmadrada situación de Lope, el lacayo que se pasó a hacer funciones de cocina. Desde entonces, Gregorio se aseguró de hacerse un hueco en el corazón de Pía, cuando se ofreció a esconder su embarazo secreto y casarse con ella para no levantar más sospechas.
Desde el nacimiento de Dieguito, Pía ha temido el regreso de Gregorio, quien intentó deshacerse del bebé mientras estaba embarazada. El perverso mayordomo llegó a escaparse de la cárcel y amenazar al ama de llaves, que para entonces ya había sido degradada a criada. Por ello, Rómulo, Alonso y Jana urdieron el plan de simular el suicidio de Pía, y hacer creer a Gregorio que por allí ya no tenía nada más que hacer.
La historia podría repetirse, pero la situación de Rómulo ha cambiado drásticamente
Pero ante la insostenibilidad del escondite de Pía y la negativa de Gregorio de marcharse de Luján, Manuel intentó ahuyentarlo de una vez por todas. Y aunque el heredero de los Luján llegó hasta su encuentro, no pudo convencerlo de marcharse. Fue entonces cuando Rómulo se armó de valor, y también con una pistola, y llegó a disparar al señor Castillo en defensa propia.
Rómulo, ¿prisionero para siempre?
Ahora, Rómulo sufre el peso de la ley sobre sus hombros, y las malas condiciones de la celda le pasan factura. Pía ha observado cómo el mayordomo se encuentra cada vez peor, y en los últimos capítulos emitidos ha advertido a Alonso y Ricardo de la situación. Pese a los ruegos de Manuel hacia el sargento Burdina, parece que Rómulo lo tiene muy negro para salir de allí, y su vida podría terminar entre barrotes.
No sería la primera vez que la salud de Rómulo es motivo de preocupación en el marquesado. Hace un tiempo, el lacayo Mauro se dio cuenta de que el mayordomo escupía sangre en un pañuelo, y al señor Baeza no le quedó más remedio que permanecer en cama, al cuidado de Jana y Abel. Ahora, la historia podría repetirse, pero la situación del criado ha cambiado drásticamente: en la celda, nadie podría cuidar de él ni nada mejoraría su estancia más allá de la puesta en libertad.
¿Conseguirá Manuel o Pía que se libere al culpable del homicidio? Si Rómulo muriese en la cárcel, La Promesa caería en un doloroso duelo por uno de sus personajes más queridos. Probablemente, Ricardo pasaría al puesto de primer mayordomo, y Pía tendría más probabilidades de ser readmitida en la plantilla, pese a las reticencias de Cruz.
Pero, sobre todo, moriría consigo el secreto que el mayordomo comenzó a revelar el pasado viernes: que hace un tiempo, le ordenaron acabar con la vida de otra persona, y no fue capaz de hacerlo. ¿Fue él el destinado para acabar con la vida de Dolores, la madre de Jana? Si no pudo matarla, ¿sigue viva, tal y como Ramona teorizó un día? ¿Recordará Pía las palabras de Rómulo para poder transmitírselas a Jana en un futuro?