Tras descubrir que Andrés y el chófer andaban buscando el cuerpo para denunciarle, ha decidido quemar la lobera y así también el cuerpo de Valentín… ¡Nadie podrá inculparle del crimen!
Jesús ha descubierto que Andrés e Isidro estaban cavando en la finde la Lobera, y llevaban varios días comportándose de manera extraña.
Cuando ha dado por fin con el motivo que les llevaba ahí, no se lo podía creer: ¡estaban buscando desenterrar el cuerpo de Valentín!
Eso solo podía significar que estaban dispuestos a denunciarle al encontrarlo, por lo que solo podía hacer una cosa: destruirlo para siempre.
Jesús ha aparecido en el dispensario lleno de ceniza y polvo; les ha confesado a Begoña y a Andrés su cometido: “He acabado hasta con el último resto del malnacido que me quitó a mi mujer”.
Aunque Andrés ha intentado alegar que algo encontrarán, él lo tenía todo bajo control… ¡Les ha tirado las cenizas que quedaban del cuerpo del Merino!
“Jamás podréis probar que lo hice”, ha dicho con superioridad mientras se marchaba.
¡Begoña y Andrés se han quedado horrorizados! ¿Qué van a hacer ahora? ¿Cómo podrán seguir adelante para denunciarles?