Los planes de Manuel se tuercen… y Catalina se ve en la obligación de revelar toda la verdad a sus padres, mañana en ‘La Promesa’
Manuel recibe una llamada inesperada que trunca sus planes con Jana, mientras Petra trata de humillar a la doncella cuando esta se prepara para ser presentada en sociedad como la mujer de Manuel.
Catalina, después de la revelación de Pelayo, se ve obligada a contarle a Alonso y a Cruz toda la verdad sobre su embarazo y el papel de Pelayo en su vida.
Avance en video del próximo capítulo 445 (jueves, 17 de octubre) de ‘La Promesa’
La revelación de Pelayo sacude los cimientos de los Luján, desatando una tormenta emocional que nadie había anticipado. Catalina, ahora en el ojo del huracán, se ve obligada a enfrentar a su familia y explicar todo lo que ha estado ocultando.
Con cada palabra, la tensión crece, y la presión sobre ella aumenta, mientras la familia Luján lidia con las implicaciones de la confesión de Pelayo.
Por otro lado, Manuel, quien hasta ahora estaba ilusionado con sus planes junto a Jana, sufre un duro golpe cuando una llamada inesperada cambia el curso de los acontecimientos. Sus sueños y esperanzas se ven momentáneamente truncados, dejándolo en un estado de desconcierto y frustración.
Mientras tanto, Santos regresa de su viaje al pueblo con un hallazgo que lo deja devastado. El plan de descubrir la verdad sobre su madre lo lleva a un oscuro descubrimiento que lo afectará profundamente, y que podría alterar la relación que mantiene con Ricardo.
En La Promesa, Marcelo, a pesar de su complicado inicio, está comenzando a ganarse poco a poco el respeto de sus compañeros. Su perseverancia y esfuerzo están empezando a cambiar la percepción que tenían de él, y su integración al equipo del servicio parece estar encaminándose.
Lope, por su parte, intenta reparar el daño en su relación con Vera, pero no tiene idea de que ella ya ha tomado una decisión drástica.
La doncella, cansada de la situación y de las tensiones acumuladas, ha decidido tomar un camino que podría cambiar su futuro y el de Lope para siempre, dejando al cocinero en una posición inesperada.